Muchas veces nuestros clientes vienen preocupados y nos preguntan si tras su divorcio tienen que pagar tal o cual gasto. Si eso no está comprendido con la pensión de alimentos que satisfacen cada mes. Surge así la cuestión de los gatos ordinarios y extraordinarios, cuya diferenciación no es siempre fácil de abordar y que puede plantear más de un problema en los procedimientos de divorcio.
Los gastos ordinarios son los pagos mensuales que el progenitor no custodio viene abordando mensualmente en una cuantía fija (casi siempre), los gastos extraordinarios no lo son. Os dejamos algunos puntos que pueden ayudaros a diferenciar qué son cada uno de ellos.